Los manifestantes quemaron la comisaría de Policía de Juli.
El número de heridos tras las protestas antigubernamentales del sábado en Juli al sur del Perú, subieron a 16, incluido un adolescente, en una jornada donde los manifestantes atacaron y quemaron la comisaría de la Policía Nacional del país en esa localidad.
La población de Juli reaccionó a la decisión de la Policía de dispersarlos con gases lacrimógenos lanzados desde helicópteros y un grupo se dirigió a la comisaría para atacarla con piedras y prenderle fuego.
El Ejército también salió a las calles a controlar a los manifestantes, pero los militares fueron rodeados en una villa y atacados por algunos grupos.
La Defensoría del Pueblo informó la verificación de 16 heridos, 10 civiles y 6 militares, a raíz de los enfrentamientos entre pobladores y las fuerzas del orden por el incendio de la comisaría.
La región de Puno, en la que se encuentra Juli, mantiene los bloqueos de caminos y paros de actividades desde enero pasado en que sus pobladores salieron a las calles a exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.