La Esquina Radio

La Esquina Radio | Emisora Virtual

BATALLA DE FLORES DE LA 44: QUE NO MUERA LA TRADICIÓN

El momento histórico lo protagonizó la presencia de la primera dama de la nación Verónica Alcocer bailando fandango…

Definitivamente la batalla de flores Sonio Osorio, desfile del carnaval de la 44 o carnaval del bordillo, como muchos lo conocen, se ha convertido año tras año, en una plataforma maravillosa que permite ante todo hacer un homenaje a los actores del patrimonio, pero, además, una excelente oportunidad para seguir demostrando que la tradición sigue viva.

El Son de negro, el paloteo, los congos, los monocucos y las marimondas, son ante todo la característica de un desfile que está llamado a defender la declaratoria de patrimonio, sin dejar de lado la fantasía que, indudablemente le pone el colorido y un toque especial de modernidad al desfile.

Este sábado, quienes asistimos a la batalla de flores, Sonia Osorio, pudimos precisamente encontrar ese tipo de manifestaciones culturales. Su majestad la cumbia volvió a las calles con todo su esplendor, la vela, la pollera, el tambor y la flauta de millo, estuvieron al orden del día.

Fueron cuatro bloques intercalados entre tradición y fantasía, los que desfilaron en medio de los aplausos y la aceptación del público que cada año, llega en masa para apostarse a lado y lado de la tradicional vía.

Capítulo especial merece la participación de agrupaciones culturales de otras regiones del país, quienes certifican el encuentro de culturas, entre el caribe colombiano y el interior del país.

Daniella Falcón y Tito Crissien impactaron con su carroza y la alegría fue tal que hasta una señora, (única novedad que observamos) presa de la emoción y la alta temperatura de la tarde, se desmayó.

El momento histórico, lo protagonizó la presencia de la primera dama de la nación, Verónica Alcocer, bailando al compás del fandango, hecho que pese al fuerte dispositivo de seguridad de presidencia, no pasó desapercibido para los asistentes quienes gritaban y la llamaban por su nombre.

Sin duda, una tarde inolvidable, cargada colorido, alegría, música, pero muy especialmente de tradición, lo que significa que la declaratoria de Patrimonio está más que preservada y que nuestro carnaval no morirá.

Deja un comentario