El terremoto llegó en el peor momento, revelan los Cascos Blancos.
Ammar al-Salmo, director de los Cascos Blancos de Siria, también conocidos como la Defensa Civil de ese país, afirmó que el “llegó en el peor momento”, cuando el país vive temperaturas bajo cero y tormentas de nieve.
“Más de 400 edificios colapsaron totalmente. Muchas personas todavía se encuentran debajo de los escombros. Hay edificios a los que no podemos llegar, no hay la maquinaria suficiente. Solo hay 3.000 voluntarios entrenados para manejar toda la situación. Necesitamos más “, aseguró.
“Es necesario comida, comida, calefacción, carpas, medicamentos”, relató al-Salmo. Además, el número de hospitales “no puede con todos los heridos que hay, están colapsados”, agregó.
“Vemos una montaña de muertos, destrucción y escombros enfrente de nosotros. Intentamos sobrevivir. Hace poco rescatamos a un niño y a un hombre de un edificio derrumbado”, puntualizó.