Aunque hayan cumplido su condena deben llenar ese requisito.
“Las autoridades penitenciarias de distintos puntos de Yemen mantienen encarceladas a las mujeres que han cumplido su condena, si ningún tutor masculino aprueba su puesta en libertad o si sus familiares se niegan a recibirlas, únicamente las transfieren a albergues para mujeres”, denunció Amnistía Internacional a través de un comunicado.
La práctica es desarrollada por el Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen (apoyado por Arabia Saudita) como por los rebeldes hutíes (respaldados por Irán), aunque ya se empleaba antes de que estallara la guerra en 2014 y se intensificara en 2015 con la intervención de Riad.
De acuerdo con dos abogados yemeníes consultados por AI, esta práctica “carece de base jurídica y simplemente está arraigada en las normas sociales”, mientras que otro licenciado apunta que la ley del Yemen prohíbe la privación de libertad una vez cumplida la condena, independientemente del género de una persona.
Muchas de las mujeres detenidas, reciben además, condenas de cárcel por acusaciones de “adulterio”, uno de los cargos que, junto al “libertinaje”, utilizan las autoridades ultraconservadoras del Gobierno y los hutíes.